venezuela...el cOrazón de la era

sábado, 1 de mayo de 2010

124 primeros de mayo hacen la historia



De aquel hombre me acuerdo y no han pasado
sino dos siglos desde que lo vi,
no anduvo ni a caballo ni en carroza:
a puro pie
deshizo
las distancias
y no llevaba espada ni armadura,
sino redes al hombro,
hacha o martillo o pala,
nunca apaleó a ninguno de su especie:
su hazaña fue contra el agua o la tierra,
contra el trigo para que hubiera pan,
contra el árbol gigante para que diera leña,
contra los muros para abrir las puertas,
contra la arena construyendo muros
y contra el mar para hacerlo parir.

Lo conocí y aún no se me borra.

Cayeron en pedazos las carrozas,
la guerra destruyó puertas y muros,
la ciudad fue un puñado de cenizas,
se hicieron polvo todos los vestidos,
y él para mí subsiste,
sobrevive en la arena,
cuando antes parecía
todo imborrable menos él.

En el ir y venir de las familias
a veces fue mi padre o mi pariente
o apenas si era él o si no era
tal vez aquel que no volvió a su casa
porque el agua o la tierra lo tragaron
o lo mató una máquina o un árbol
o fue aquel enlutado carpintero
que iba detrás del ataúd, sin lágrimas,
alguien en fin que no tenía nombre,
que se llamaba metal o madera,
y a quien miraron otros desde arriba
sin ver la hormiga
sino el hormiguero
y que cuando sus pies no se movían,
porque el pobre cansado había muerto,
no vieron nunca que no lo veían:
había ya otros pies en donde estuvo.

Los otros pies eran él mismo,
también las otras manos,
el hombre sucedía:
cuando ya parecía transcurrido
era el mismo de nuevo,
allí estaba otra vez cavando tierra,
cortando tela, pero sin camisa,
allí estaba y no estaba, como entonces,
se había ido y estaba de nuevo,
y como nunca tuvo cementerio,
ni tumba, ni su nombre fue grabado
sobre la piedra que cortó sudando,
nunca sabía nadie que llegaba
y nadie supo cuando se moría,
así es que sólo cuando el pobre pudo
resucitó otra vez sin ser notado.

Era el hombre sin duda, sin herencia,
sin vaca, sin bandera,
y no se distinguía entre los otros,
los otros que eran él,
desde arriba era gris como el subsuelo,
como el cuero era pardo,
era amarillo cosechando trigo,
era negro debajo de la mina,
era color de piedra en el castillo,
en el barco pesquero era color de atún
y color de caballo en la pradera:
cómo podía nadie distinguirlo
si era el inseparable, el elemento,
tierra, carbón o mar vestido de hombre?

Donde vivió crecía
cuanto el hombre tocaba:
la piedra hostil
quebrada
por sus manos,
se convertía en orden
y una a una formaron
la recta claridad del edificio,
hizo el pan con sus manos,
movilizó los trenes,
se poblaron de pueblos las distancias,
otros hombres crecieron,
llegaron las abejas,
y porque el hombre crea y multiplica
la primavera caminó al mercado
entre panaderías y palomas.

El padre de los panes fue olvidado,
él que cortó y anduvo, machacando
y abriendo surcos, acarreando arena,
cuando todo existió ya no existía,
él daba su existencia, eso era todo.
Salió a otra parte a trabajar, y luego
se fue a morir rodando
como piedra del río:
aguas abajo lo llevó la muerte.

Yo, que lo conocí, lo vi bajando
hasta no ser sino lo que dejaba:
calles que apenas pudo conocer,
casas que nunca y nunca habitaría.

Y vuelvo a verlo, y cada día espero.

Lo veo en su ataúd y resurrecto .

Lo distingo entre todos
los que son sus iguales
y me parece que no puede ser,
que así no vamos a ninguna parte,
que suceder así no tiene gloria.

Yo creo que en el trono debe estar
este hombre, bien calzado y coronado.

Creo que los que hicieron tantas cosas
deben ser dueños de todas las cosas.

Y los que hacen el pan deben comer!

Y deben tener luz los de la mina!

Basta ya de encadenados grises!

Basta de pálidos desaparecidos!

Ni un hombre más que pase sin que reine.

Ni una sola mujer sin su diadema.

Para todas las manos guantes de oro.

Frutas de sol a todos los oscuros!

Yo conocí aquel hombre y cuando pude,
cuando ya tuve ojos en la cara,
cuando ya tuve la voz en la boca
lo busqué entre las tumbas y le dije
apretándole un brazo que aún no era polvo:

"Todos se irán, tú quedarás viviente.

Tú encendiste la vida.

Tú hiciste lo que es tuyo."

Por eso nadie se moleste cuando
parece que estoy solo y no estoy solo,
no estoy con nadie y hablo para todos:

Alguien me está escuchando y no lo saben,
pero aquellos que canto y que lo saben
siguen naciendo y llenarán el mundo.

domingo, 11 de abril de 2010

el cine y su alma matinal.

Hace unos días fui al cine. A ver una venezolana por supuesto. Y, ay! Mi madre, por dónde empezar...

La película -que supongo seguirá en cartel- se llama desorientados, perdón, Desautorizados, de Elia Schneider.

Empezaré por la canción final que es un buen resumen de la película: “no sé qué hacer”, canta el alter ego desorientado de la directora de esta obra.

De ahí para atrás, o para adelante, todo es un gran sin sentido.

El desdoblamiento de la autora en el personaje. No entiendo por qué evidenciarlo con la voz y la presencia física de la directora como personaje escribiendo en la Cota Mil. Quiero decir, ¿no es que el cine habla con imágenes? O si el relato lo lleva la voz de la directora desdoblada, para qué además mostrarla? Lo entendí en Los rubios de Albertina Carri, que alguien me lo explique en este caso.

El desdoblamiento decía, qué personaje tan decadente el de Elías. Un hippie que se cree dramaturgo pero que jamás da pie con bola porque tiene tantas confusiones de personalidad, autoestima, talento y relaciones sociales que no logra hilar dos palabras. Roberto Arlt sí fue un escritor, un bohemio que dio vida a personajes decadentes, locos, desilusionados; pero que lo hizo en un momento histórico en que estos personajes eran el puro reflejo de aquellos tiempos. El personaje de Elías (el de la película) se dice bohemio porque vive en una casa maltrecha en lo alto de Caracas (desde donde por cierto, se ve el palacio de Miraflores). Además se siente incomprendido, no sé si por sus personajes o por el mundo, quién sabe! Qué abuso pana! Qué personaje tan desdibujado, anacrónico. A quién representa Elías? A la autora que no sabe qué coño escribir en el guión? A la incomprendida artista que desvaría sobre la imposibilidad de la obra de arte y que no tiene espacio en una industria cultural que produce basura? Cuánta caradurez! cuando el CNAC está financiando esta película que no tiene ni pies ni cabeza! Triste, Elia Schneider.

La xenofobia. “Soy un artista”, le dice el escritor al comerciante de películas y de prótesis. El personaje de este comerciante está bastante caracterizado, no deja dudas de que es un colombiano con un poco de matones vestidos con guayaberas blancas, a lo cubano. Entonces tenemos que el cine y en general la obra de arte es corrompida por individualidades. ¿La idea era representar a un capo del narcotráfico, a la libertad encadenada en Cuba? ¿O a la industria del cine que vende basura jolibudense desplazando al trabajador (sí, el que hace cine trabaja, tenemos que dejar de creer que el artista es un carajito desplazado ajeno a la dinámica social. Tenemos que dejar de decir artista)

La crítica al gobierno revolucionario. Y acá tenía que llegar nomás. ¿Quién le desautoriza qué a la autora o a su desdoblamiento o a su alter ego? Repito, el CNAC no sólo autorizó todos esos personajes tristes sino que bajó recursos para hacerlo. El CNAC está fallando NO por censurar a quienes quieren expresar sus ideas sino que falla por financiar a gente que no tiene idea de qué coño escribir dejando de lado a jóvenes que harían maravillas con una cámara. Cuando se tiene algo que decir, se escribe en cualquier parte, volviendo a Arlt. ¿Qué tiene para decir esta película?

La decadencia. El personaje Elías se suicida (de mentirita) porque no puede con su obra. Sus personajes cobran vida y lo atormentan. El dilema es “escribir o no escribir”. Qué tremendo dilema existencial! tan burgués, tan sifrino. Será que vivo en otro país como los entrevistados de Nitu P? ¿Estas son las inquietudes de los jóvenes hoy? Escribir o no escribir? ¿Nuestra juventud se suicida por soledad o incomprensión? NO. No soy de las que creen que el cine sólo debe mostrar la realidad, de hecho el cine es maravilloso cuando representa esa realidad velada, cuando lo hace con sutileza, con belleza, con todo lo que nuestros sueños pueden darnos cuando escapamos del gris de lo cotidiano. Sí. Claro que hay lugar para las subjetividades, para la metáfora. Pero esto que se muestra en la película parece un posmodernismo fuera de tiempo agarrado de los pelos.

He leído que la directora reconoce que Desautorizados es una película individualista. Una mujer que ha hecho películas con contenido social y ahora se tomó la licencia de hacer una obra más íntima. Señora, si quería una licencia podía tomarse vacaciones. Por supuesto que la película es individualista, pero además propia de un espíritu triste que no sabe qué hacer. Habiendo tanta/os jóvenes que sí saben qué hacer con una cámara, unas luces y un poco de real que les de el gobierno.

Las grandes obras de arte que dieron revoluciones como la cubana y la soviética nacieron del pueblo, del espíritu colectivo que guiaba a la historia que se quería contar, de las urgencias sociales de la revolución que priorizaban lo colectivo sobre lo individual. De la colectivización de los medios de producción de cine. El que quiera priorizar lo individual sobre lo colectivo en una sociedad que camina hacia el socialismo, pues que se busque quien le financie la película en privado. Pero no utilicen los recursos del Estado -que de paso también critican porque da poco-.

Este NO puede ser el cine que dé nuestra revolución. Estas historias que no dicen nada no pueden tener cabida en una sociedad naciente, una sociedad que tenga un alma matinal, como quería Mariátegui. No podemos seguir inventando una juventud suicida, oscura, sin futuro.

Y es que todo aquí (en la película) es decadente. En la historia, el relato, las formas. El encuentro de las dos Ninas es pobre , sin brillo. El diálogo es malo. La reflexión sobre cuál es la realidad y cuál la fantasía. A qué vienen? ¿Cuál es la inquietud? ¿A quién le importa? A mí no. Bueno no sé, pensé que por lo menos yo tenía que lograr una empatía con alguno de los personajes, no es así como funciona esta vaina del cine?

El encuentro entre la autora y su desdoblamiento también me parece mediocre. Desautorizados es una película sobre nada, que supuestamente reflexiona sobre el cine.

No es tiempo de introspecciones individualistas. Es tiempo de crear. Los hacedores de cine no son castrados ni desautorizados en Venezuela porque ahora es cuando se le da la oportunidad al pueblo de manejar una cámara, de escribir un guión. Las obras de arte se sacaron a la calle. Si est@s que se creen “artistas verdader@s” se sienten desplazad@s, incomprendid@s, desorientad@s ó desautorizad@s, ése no es un problema de la Revolución, ni debería ser una ocupación del CNAC. Estos personajes tristes tienen que terminar de morir. O suicidarse. Digo suicidar su profesión de artistas o quedarse en el margen.

No tengo ganas de hablar de las poquísimas cosas estéticas que me gustaron. No importan porque no hacen peso en la balanza.

Por suerte para nuestra historia es una película olvidable. No tanto para mí que seguiré recordando ese día bonito en que me dieron la visa venezolana. Salut!

martes, 30 de marzo de 2010

nunca mas.nunca mas.nunca mas.nunca mas.

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

no voy a relatar la noticia porque pueden leerla aquí http://www.lancelibre.blogspot.com/

mientras julio lopez sigue siendo el desaparecido 30 mil UNO, por atestiguar contra los torturadores genocidas en buenos aires, el 28 de marzo de este año asesinan a puñaladas a una compañera que se anima a declarar contra los torturadores genocidas de la argentina del 70.

28 de marzo, 4 dias despues del aniversario de la dictadura en argentina. tas claro.

a 3 ó 4 cuadras de la casa donde naci, en la ciudad donde creci, en el pueblo de donde me fui, pensando, tambien, querido gogui, que en rafaela no pasa nada.

nunca supe lo que habia vivido esa familia que habitaba a 3 ó 4 cuadras de la casa donde naci y creci. No lo supe hasta hace pocos años, cuando ya me habia ido de ese pueblo, porque alli no pasaba nada.

hace dos dias apuñalaron a silvia, testiga en la causa contra un torturador. Esta vez SI la mataron. Ya habia sido secuestrada, torturada, violada en los 70. no tenia 20 años la primera vez.

hasta aqui un relato bastante pobre de lo acontecido.

no quiero contar mas, los medios ya lo informaron, excepto, por supuesto LA NACION y CLARIN. clarin no cuenta nada que puede mancharle las paginas de sangre. CLARIN solo se eco de los globovision que se atomizan por el mundo vendiendo mierda por comunicacion.

las preguntas son muchas pero escribire solo dos: por que siguen matando a nuestr@s desaparecid@s? porque siguen desapareciendo a nuestr@s muert@s? las causas abiertas se detienen, y las heridas nunca se cierran. las familias se destruyen y la sociedad se sigue pudriendo.

el gobierno TIENE que proteger a l@s testig@s de las causas contra la dictadura genocida. DIJIMOS NUNCA MAS. alguien tiene que escucharnos.

jueves, 25 de marzo de 2010

miércoles, 24 de marzo de 2010

lunes, 22 de marzo de 2010